1. **1. Prepara los higos:** Lava cuidadosamente los **higos** bajo el chorro de agua fría. Escúrrelos bien y córtalos en cuartos, retirando el tallo. No es necesario pelarlos si la piel es fina.

2.

3. **2. Macera la mezcla:** Coloca los higos cortados en una olla grande y de fondo grueso. Añade el **azúcar** y el **jugo de limón**. Mezcla muy bien para que el azúcar cubra todos los frutos. Deja reposar la mezcla en la nevera durante al menos 1 hora (o idealmente toda la noche) para que los higos suelten su jugo.

4.

5. **3. Cocina la mermelada:** Lleva la olla a fuego medio-alto y calienta la mezcla hasta que hierva. Luego, reduce el fuego a medio-bajo y cocina durante aproximadamente **45 minutos**, revolviendo de vez en cuando. A medida que la mermelada se cocina, los higos se desharán y la mezcla se espesará. Para saber si está lista, puedes hacer la “prueba del plato frío”: coloca una cucharadita de mermelada en un plato frío y si al trazar una línea en el centro esta no se une, la mermelada está en su punto.

6.

7. **4. Retira del fuego:** Cuando la mermelada adquiera una textura espesa y brillante, retira del fuego. Si prefieres una mermelada más homogénea, puedes pasar una batidora de mano por la mezcla durante unos segundos.

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9. **5. Envasa y conserva:** Llena los frascos de cristal previamente esterilizados con la mermelada aún caliente. Cierra inmediatamente y déjalos enfriar boca abajo para crear un vacío que ayude a la conservación.

10. Guarda los frascos en un lugar fresco y oscuro, o refrigera una vez abiertos.

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12. **6. ¡Disfruta!:** Una vez fría, tu mermelada casera está lista para disfrutar. ¡Es deliciosa con queso de cabra, pan tostado o incluso en un pastel!